Pocos días antes de que se decretara el aislamiento social preventivo y obligatorio a mediados de marzo del año pasado, el festival Griego Mujeres tenía todo listo para realizarse en el icónico Teatro Griego del parque Sarmiento. Finalmente, esa edición que no pudo llevarse a cabo se reconvirtió en una versión online que fue grabada allí mismo y se estrenará en dos jornadas, este viernes y sábado.
De esta manera, un evento que ya se convirtió en un clásico dentro de las actividades del área de cultura de la Municipalidad de Córdoba como parte del Día Internacional de la Mujer, tuvo que afrontar el desafío de reconvertirse en este formato audiovisual.
Según se detalla, se trata de una producción de alta calidad técnica filmada con tres cámaras, dos drones y con un sonido trabajado especialmente para la ocasión.
El festival contempla a más de 70 artistas en escena con la presencia de 10 proyectos integrados por mujeres y disidencias. Todo este despliegue le valió ser seleccionado para ser parte del programa Festivales Argentinos 2021 del Ministerio de Cultura de la Nación.
El streaming podrá disfrutarse ambas jornadas a partir de las 19 por el canal de YouTube de la Municipalidad de Córdoba y también por la pantalla de Canal U. Luego habrá una emisión especial por Canal 10 sólo el sábado.
“Ninguna de las personas que estábamos organizando, y entusiasmadas con el Griego Mujeres 2020, se imaginaba lo que viviríamos en los meses siguientes. Cuando hubo que cancelar el festival un día antes quedamos todas en pausa, detenidas sin saber para donde mover las fichas, porque realizar este festival implica un esfuerzo de muchas personas, con amor y convicción”, rememora Lucre Ortiz, destacada cantante y pianista de la escena local que fue elegida por curadora de la programación del evento.
Luego de esa desilusión, Ortiz retomó este año el trabajo con el área de Cultura para readaptar el formato y tratando de mantener la grilla que ideó para el 2020. “Es una propuesta muy diversa, con mucha variedad de estilos. Hay representantes de la cumbia, el rock, el jazz, la música popular latinoamericana, la canción de autor, el rap, el folklore y la electrónica”, explica.
Además, se incluyó a la danza, en este caso con un grupo de caporal de Córdoba que le dio un gran colorido a la puesta, así como también a la copla con su canto ancestral. “También iba estar el Ballet Oficial, pero la realidad es que era muy complicado desde lo operativo”, agrega la artista.
El otro detalle novedoso es que fue modificado el lugar del escenario “para que se vean las gradas y el público se sintiera más incluido en la propuesta. Eso le dio otra magia y una visión más acorde”, consigna Ortiz.
Grilla diversa e inclusivaEn la primera jornada, este viernes, se podrá disfrutar de la presentación de la Eleva Big Band, la numerosa orquesta de instrumentistas dirigida por Lourdes Fontana que interpreta piezas compuestas y arregladas exclusivamente por mujeres. También estará Gol, el dúo integrado por Cci Kiu y Bel Disandro (ex-Las Rositas) que incursiona en la electrónica; Las hijas de Piaf aportará la cuota fina y potente de pop/rock y Fruta Cruda Klan con su propuesta anclada en el hip hop y las rimas políticas y encendidas.
El sábado, en tanto, se presentará Tren, un dúo de cantautoras (Sofía Costamagna en guitarra y voz, y Lucrecia Carrizo en violoncello y voz); la pianista y cantante Muriel Marco, quien estuvo radicada por más de 20 años en Sudáfrica, donde cultivó un estilo único que fusiona el jazz con el folklore argentino y la música africana. Por su parte, la acordeonista y cantante Mumi Tubert desplegará fusión con la world music influenciada por los aires serranos (está radicada en el valle de Paravachasca) y el grupo Alta Yara aportará la dosis de cumbia entreverada con recitados y mensajes de libertad desde San Marcos Sierras. Por último, estará el colectivo de Cantoras Copleras, alzando sus voces e invocando la historia para sembrar nuevas luchas.
En ambas jornadas estará presente la danza con el mencionado grupo de caporal Urus, integrado por mujeres de la comunidad boliviana y provincias del norte argentino, para aportar un ingrediente distintivo al encuentro.
Acerca de esta nueva experiencia como curadora, Ortiz la describe como de “mucho aprendizaje” ya que nunca había estado detrás de un festival de estas características. “A mí me convocaron para esta tarea después de participar primero con Ninfas, para quienes fue un espacio de gran visibilidad, y en 2019 con mi proyecto propio. Si continúa esta línea, seguramente la curadora será algunas de las músicas que participaron esta vez”.
Para cerrar, destaca la idea de que un futuro todos los que trabajan en la realización sean mujeres y disidencias. «En esta oportunidad se incluyó a varias personas trans. Esperemos que se vengan muchos más festivales inclusivos, que se aplique la ley de cupo y que generemos más trabajo para las personas artistas que han quedado en pésimas condiciones laborales durante la pandemia».
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