Se la escucha tranquila, relajada, reflexiva. De fondo se cuela el canto de un gallo que pareciera querer sumarse a la charla. Sofía Viola ya está en San Marcos Sierras, donde hace unos días comenzó con «La Gira Posible», la recorrida que la trae nuevamente a Córdoba para realizar varios conciertos incluyendo su participación en el segundo Encuantro de Cancionistas Sube al Sol.
Acostumbrada casi a estar en un viaje permanente que la forjó como una artista nómade y multifacética, muy bien recibida y querida en cada lugar al que visitaba, la vida de la cantante cambió radicalmente justo hace un año cuando se decretó el aislamiento por la pandemia.
«Estuve girando muchísimo durante casi tres años, con muchas paradas en lugares conociendo a otros artistas y compartiendo más en modo residencia. Fueron años muy lindos y de mucho movimiento», introduce al respecto.
Luego completa: «Y la verdad es que después de todo lo que pasó tengo la necesidad de estar un poco más quieta. La pandemia me agarró casi de casualidad en mi barrio natal (Remedios de Escalada, zona sur del conurbano bonaerense) así que me obligó a reconectar con muchas cosas y sobre todo el territorio en el que nací. Los primeros 15 días reconozco que me volví un poco loca, empecé a hacer un montón vivos, streaming, etc. Hasta que pude encontrar un equilibrio y empecé a disfrutar de las rutinas, cosas que no tenía desde la primaria prácticamente».
Todo esta introspección y mirada interior dio lugar a nuevas maneras de ver las cosas revela Viola. «A tener este espíritu nómade muchas veces uno huye al encontrarse con un problema. Y al no tener la posibilidad de retirarse, no te queda otra que hacer un viaje hace adentro. Así que ha sido un año muy lindo, productivo e integrador de todas mis partes: mente, cuerpo, espíritu».
-Para muchos músicos fueron tiempos dificiles en la creacion y composición. ¿Cómo fue en tu caso?
-Pudo componer varias canciones y empezar a conectar con otras ideas. De ahí fue que surgió una edición limitada de bordados con los discos. También me dediqué a hacer serenatas virtuales, como un servicio de una especie de mensajera del amor. Por otro lado surgieron unos laburos de filmar videos y al haberme afianzado en mi barrio puede encontrar a 1826 producciones, un colectivo de vecines geniales. Y lo otro es Pour la galerie, una especie de magazine que comenzó los domingos al mediodía y que ya tiene 27 episodios con invitades de otros países o provincias: le sumamos una columna federal para tener voces de distintos lugares del país y otra columna de salud y bienestar que la terminó comandando una médica de la línea higienista que conocí en Capilla del Monte, María Eugenia Miura.
-¿Cómo surgió esta «gira posible» y qué significa volver a compartir escenario con otros colegas ante el público después de tanto tiempo?
-La Gira Posible surge como una oportunidad concreta de volver a salir a tocar y reencontrarme con el público de tantos lugares querido. En Córdoba hay mucha familia del camino así que estoy aprovechando esta venida para expandir mi amor a estos seres queridos. Además voy a estar en el encuentro Sube al Sol que me encantó como viene planteado. Tuve la invitación de parte del Rodri Carazo a quien ya me he cruzado en varias movidas, por ejemplo en Colombia. En este compartir con les colegas nos retroalimentamos y aprendemos de las experiencias de los demás: enamorarnos de la canción del otre, eso es lo más lindo de estos encuentros.
-En este presente tan incierto y cambiante. ¿Cómo pensarse como artista? ¿Qué planificás para este 2021?
-Estoy en un trabajo personal que va más allá de lo profesional, pero a la vez tiene que ver. Estoy realizando otras tareas que integran al ser artista: estoy practicando yoga, unas danzas orientales que me conectan con el cuerpo y eso va a la escena después, porque está bueno adquirir nuevas herramientas para nutrir la propuesta artística. Voy a seguir lanzando canciones de colaboraciones como las que estuve lanzando durante todo el 2020 y que se van a transformar en un disco. Paralelamente estoy madurando varios proyectos con diferentes personas pero la verdad es que ciertas rutinas me están dando un orden y eso me hace muy bien después de haber vagado tantos años: lograr tener una estructura para mantenerme sólida en aspectos de salud. Me siento con mucha vitalidad y no tengo ganas la verdad de hacer miles de conciertos con trasnochadas como hacía antes. Siento que va a ser un 2021 de trabajo personal y espiritual.
La Gira PosibleSofía Viola se presenta este jueves 1 junto a Los Bichunos en el Salón vecinal del barrio Faldas de Uritorco (Capilla del Monte); el viernes 2 en Sube al sol – Encuentro de Cancionistas en La Minerita (Unquillo); sábado 3 en el Camping de Los Molles (Traslasierra); domingo 4 en el Hormiguero Club Cultural (Icho Cruz); viernes 9 en Pangea Bar (Agua de Oro); sábado 10 en Parador Eco Terra (Cabalango) y domingo 11 en Casa Movida (Córdoba capital). Más info acá.
