El 26 de octubre de 2014, Paula Peralta fue al estadio Geba de Buenos a ver un show de Luis Miguel, sin imaginar que pocas horas después se incorporaría a la banda del mejicano como coreuta.
O en otras palabras, que finalmente tendrían sentido las clases de canto a la que su mamá la obligó a ir para canalizar su energía desbordante cuando adolescente, el mismo pasaje de su vida en el que largó con el modelaje.
Ahora bien, ¿qué pasó para que todo esto sucediera? En contacto telefónico con VOS, y mientras maneja hacia Canal 26 para conducir el informativo Noticias de 14 a 16, Paula lo cuenta de manera resumida. Mediante altavoz, por supuesto.
“Yo estaba en el show, en un asiento pegado al pasillo. Salgo hacía allí copada con un tema, bailando y saltando como loca, y le pego sin querer a un tipo en la cara. Me doy cuenta de que era alguien de la organización… Me mira y pienso ‘Chau, me saca del show, cagué’. Pero me cambió la entrada (yo tenía fila 17) para la primera fila. ¡El tipo era el mánager de Luis Miguel!”, narra Peralta, dando por sentado que el hombre en cuestión no sólo quedó deslumbrado con su belleza sino que inmediatamente pensó en solucionar con ella un vacío repentino.
“Necesitaban reemplazar una coreuta que tuvo que dejar la gira por un dolor insoportable en la espalda. Después yo mismo lo padecí, por afrontar tantas horas de show arriba de los tacos… Bueno, me lo ofrecieron, hice unas pruebas (de voz y coreográfica) y quedé. A los tres días de haberlo estampado al mánager, debuté en el Orfeo de Córdoba”, precisa esta bonaerense de 32 años, que vivió el estertor del modelaje tal como lo conocíamos antes de que fuera jaqueado por el imperio de los instagramers e influencers.
La gira de Luis Miguel a la que se incorporó Peralta fue «Déjà Vu» o «El Show», que se excusaba en la promoción de un simple (Déjà Vu) para afrontar una seguidilla de clásicos.
El reemplazo de Paula se extendió por otra fecha más en el Orfeo (31/10), el Arena Maipú de Mendoza (1/11), el teatro Metropolitano de Rosario (2/10), el Club Atlético Central Córdoba de Tucumán (4/10), el Club Atlético Posadas de la capital misionera (6/11) y por el Jockey Club de Asunción (8/11).
En la actualidad, Paula Peralta conduce un noticiero en Canal 26 y es la imagen de una marca de medias femeninas. (Gentileza Cocot)
En ese tramo frenético, ganó confianza, se comportó con profesionalismo y disfrutó “a morir”. En otras palabras, mantuvo una actitud que prendó a los socios creativos de Luis Miguel.
Por eso la convocaron para el show de fin de año de aquel 2014, previsto en el Parque Fundidora de Monterrey, México.
“Alucinante. La idea era actuar a las 22 y recibir año nuevo… Me acompañó mi hoy marido… Ese show fue decisivo para quedar definitivamente en la banda y empezar desde cero la gira ‘México por siempre’”, precisa Peralta en relación al tour que se extendió entre febrero de 2018 y septiembre de 2019. Y cuya experiencia personal en él, Paula la documentó detalladamente en su cuenta de Instagram (@peraltapau).
“Cuando terminé los shows de 2014, sentí una necesidad de revancha, de hacer una gira entera… Y no como reemplazo, sino como parte orgánica de la banda. Fue un éxito total ‘México por siempre’… El disco ganó premios, los shows se agotaban en todos lados. Cerramos en el Caesars Palace de Las Vegas…”, suma.
–Antes de ampliar sobre tu condición de testigo del mundo Luis Miguel, vayamos al grado cero de este asunto. ¿Cómo entrás al show bizz?
–¿Cómo entro a las luces, decís? Por ganar un concurso en el que me anotó mi mamá. Un concurso bien de barrio: Miss Almirante Brown. No hubo nueva elección, así que lo así que lo sigo siendo. (risas) Al ganar ese ese concurso, me llaman para un casting de una marca reconocida de productos para el pelo… A partir de ahí, se empieza a hacer como una cadena. En realidad fui de la última generación de modelos de verdad. Ser modelo antes era diferente, tenías que ir con un book de fotos… Tenías que hacerte las fotos e imprimirlas en buena resolución y buen tamaño para luego recorrer la ciudad con ese librito en la búsqueda de oportunidades. Estoy hablando de hace 16 años. Tocar el timbre donde hacían el casting con el book en la mano. Eso ya no existe más. Ya no hay un mango en la moda. No ganás un peso. Antes te pedían que hagas algo por canje, hoy directamente no te pagan. Son bastante tacaños los diseñadores de hoy.
Paula Peralta, en plena prueba de vestuario. (IG @peraltapau)
– ¿Pero cómo continuó tu carrera?
–Después de lo que te conté, empecé a hacer desfiles y me fui a Milán… Me establecí allá y viajé por Europa. Tuve la oportunidad de desfilar para Armani. Y decido volverme al país a los 19, cuando empiezo a trabajar con Ricardo Piñeiro. Fui compañera de agencia de Roxana Zarecki, Lorena Ceriscioli, Paula Chávez. Todo cambió para nosotras desde que no tenés más una modelo de metro ochenta en una pasarela. Tenés instagramers. En aquellos años, para canalizar mi energía, mi mamá me mandó a clases de canto. Lo hacía como un hobby, la realidad es esa. Y lo de Luis Miguel llegó para atender mi necesidad permanente de pasar de una profesión a otra, de transformarme. Me aburre mucho estar siempre en el mismo lugar. Y ante la imposibilidad de hacer shows por la pandemia, empecé a incursionar en el mundo de las noticias, en el periodismo.
– Listo, volvamos a Luis Miguel, a quien se lo suele considerar un divo intratable…
–Él siempre se comportó de modo amable, pero nunca tuve un tipo de relación personal. De hecho, en un momento se habló de que yo estaba con él… Incluso hubo especulaciones con fotos, se armó un quilombo tremendo… Y la realidad es que no, la relación siempre fue laboral. Yo siempre me moví con la banda, en los buses de la banda. Nunca viajé en su avión privado. Me parece que una tiene que saber separar el trabajo de la vida personal. Yo estoy en pareja desde hace 10 años. Estoy casada. Mi relación fue puramente laboral. Pero él siempre fue súper amable, siempre fue buena gente.
– ¿Pero es accesible, se puede charlar con él?
–Nunca quise cruzar ese umbral, porque, creo, es uno del que después no volvés. Una vez más, separé mi vida privada del trabajo; en mi carrera eso resultó. Y ahora me permitió perdurar con la banda y crecer en ella.
– ¿Acaso aportás otra cosa además de los coros?
–Soy la coreógrafa de las coreutas. La jefa de todas. Armo las coreos, dejo a mis compañeras a punto. Por supuesto, todo está sujeto a la aprobación de Luis Miguel. Yo trabajo en complementariedad con Kiko Cibrián, que es nuestro director musical. Decide todo. Es la voz de Micky, por decirlo de alguna forma.
– Recién dijiste que empezaste a conducir un noticiero porque la pandemia no permite shows a gran escala. Eso sugiere que mantenés el puesto de cara a la nueva normalidad. ¿Es así?
–100 por ciento. Seguiré trabajando para Luis Miguel después de la pandemia. Estamos en contacto continuamente con mis compañeros y compañeras, porque se creó una relación de afecto. Después de pasar tanto tiempo junto a ellos, armás una familia B. Hemos estado juntos durante dos años, con pequeños baches en los que nos íbamos a nuestra casa. Perdí a mi mamá estando de gira. Fue un golpe durísimo y todos en la banda me bancaron. Se creó un vínculo realmente muy grande. De hecho, voy a tener una entrevista exclusiva con Kiko en mi programa para hablar de la serie. Será el 19 de abril, el día que se estrena la nueva temporada y que Luis Miguel cumple 51 años.
– ¿Tus expectativas con respecto a la serie?
–Por lo que pude averiguar, la nueva temporada será tremenda y con un alto nivel de detalle, por lo que habrá que verla con mucha paciencia. El relato intentará explicar por qué Luis Miguel es tan celoso de su vida privada y por qué su personalidad se endurece a partir del conflicto.
– ¿Cuál es el mejor disco de Luismi y por qué?
–Me cortás las piernas, no me puedo decidir por uno solo. Aries (1993) es un discazo, espectacular de principio a fin. Segundo Romance (1994) me gusta mucho, también Romance (1991)… Permitime quedarme con esos tres.
